Hoy me encontré de nuevo llorando como en el pasado, tenía la promesa de un encuentro a solas y nunca se hizo realidad.
No deje de mirar nunca por la ventana, motor de auto que sentía parar me latía más el corazón y salía a ver; pero… nada.
El celular se lleno de mensajes, cada timbre también me sobresaltaba de emoción pensando que me decía que se retrazó pero que esta viniendo…. Y nada.
Pasaron las 12 y la comida preparada para almorzar.
Llego las 13hs y ya fría la comida, quedo en su lugar esperando.
A las 15 la puse en un taper y la guarde; ya ni hambre tenía.
Las 17hs el té esperando,hirvió e hirvió el agua... y un solo saquito usé.
Son las 20 hs y recibí un mensaje con el cual me confirma que soy nada en su ser.
Otra vez viviendo lo mismo, en donde me dejan esperando y yo teniendo que comprender.
Me prometí que nunca más lo haría y volví a caer.
¿Porque seré tan testaruda que siempre sigo esperando?
Hoy una puerta cerré y es la puerta de la espera sin respuesta.
Hoy otra puerta abro, la de:
“quien me quiera me deberá cuidar como a su auto, a su juguete preferido o a lo mas apreciado. Si no tengo respuesta alguna la puerta se habrá cerrado”.